Lanceros que apuntan en el corazón de CyLandia hacia los bravos cornudos. La villa más céntrica de la submeseta norte es conocida y reconocida por sus festejos taurinos, los Toros de Vega, muy a pesar de tratados, plazas y nobles.
Pienso que la solución no pasa por prohibir, ya somos mayorcitos ¿no? En cambio, me repulsa dos cosas: la actual ley de protección animal hace una excepción con estos casos, cosa que me huele a chamusquina ¿No debería legislarse para la universalidad?
La otra idea que me indigna es que las instituciones públicas fomenten y divulguen a través de los medios falacias del tipo: es una costumbre (ad antiquitatem), es nuestra identidad (ad verecundiam) sería el fin de la cría del toro (ad consecuentiam) no es cruel (ad populum), y por último la peor, es cultura.
"El arte es representación, ficción, y por eso el toreo no es arte."cita
Como supuesto hecho cultural cabe preguntarse si un espectáculo violento es bello, o por el contrario, es abominable. A diferencia de los instintos naturales que nos son placenteros, la cultura pretende el cultivo de las virtudes humanas, es decir, de los buenos hábitos. Las autoridades públicas al menos debería velar por animar a sus votantes a obrar bien, sin mentirijillas ni medias tintas que encubran los vicios populares.
¿Nadie se va a preocupar por los niños?.
ResponderEliminarQé guay lo de "cylense", ¿lo inventastes tús?.