Pero ¿No todo vale?

El mito posmoderno por excelencia es aquel que reza: "todo vale". Los individuos pululan libremente en las sociedades contemporaneas haciendo, diciendo y pensando lo que les apetezca, sin ataduras morales, ni religiosas, ni políticas. Eso son discursos autoritarios del pasado!

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Pero tras la apariencia de fin de la Historia, tras la mentira de la mejor de las sociedades posibles, se esconde, la tiranía de la ofeta-demanda: exprésate! sé tu mismo, pero sin rebelarte (o revelarte?).
No sorperende, por tanto, la censura de la última intervención de dosjotas en el epicentro madrileño de la hipermodernidad (eso sí, neutralizada y vulgarizada para su fácil comercialización), el hiper mercado de fuencarral.