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miércoles, 19 de agosto de 2009

Higienismo




Si el otro invierno tuvimos que lidiar con una crisis económica, en este además nos enfrentaremos a una crisis de salud pública a nivel mundial que a parte de millones de enfermos no traerá un demencial delirio colectivo. Junto con vacunas propongo un poco de pensamiento crítico.

Orden y progreso

El higienismo es un concepto que nace con la ilustración, y no es casualidad, su objetivo precisamente es, como en otras ideas del enlightenment, la racionalización de la vida; en este caso concreto de la salud tanto personal como social y ambiental.
Un concepto dieciochesco ¿Qué puede aportar tres siglos después? Mucho más de lo que parece ya que el descontrol y el caos de los sistemas de transportes está desbordando los burocratizados y vigilantes estados occidentales: el complejo problema de los medios de transporte en la era de la globalización pone en jaque a las aduanas y los controles portuarios, son paradigmáticos los casos de la emigración de las aves para la gripe aviar o el supuesto aumento de enfermedades relacionadas con la avalancha de inmigración ilegal.

Ética impura

Como tal, el higienismo no es más que un planteamiento hacia la consecución de un fin, un fin además loable y ético, la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos mediante la prevención de enfermedades y las prácticas saludables. Por desgracia, la práctica exige que hagamos uso de unos medios concretos, que pueden o no ser racionales (y por tanto éticos).
¿Puede una medida guiada por el miedo ser ética? No rotundo. El miedo se basa en lo desconocido esto excluye a la racionalidad de esta ecuación; puede ser por intuición, por tradición o superstición pero no mediado por la inteligencia.

El miedo es una pasión. La cobardía, a diferencia del miedo, es un actitud: es el sometimiento del comportamiento del sujeto a sus sentimientos, y por tanto como dijo Horacio "no será nunca libre".

Pensamiento mágico

Las efectos de un higienismo temeroso son siempre ingenuas y obsesivas medidas más cercanas a las primitivas practicas mágicas. Frazer en "la Rama dorada" nos desarrolla una teoría a partir de las costumbres mágicas en los pueblos primitivos y en las áreas rurales tradicionales. Dos tipos de practicas mágicas son posibles: homeopática (lo semejante causa lo semejante) y contaminante (lo que ha estado en contacto con otra cosa, mantiene su influjo sobre ésta); pudiendo darse ambas en una mismo rito.
En mi opinión no es absoluto absurdo defender que ciertas practicas irracionales son explicables como practicas mágicas, cuando no se traten de casos de obsesiones compulsivas, en cuyo caso la psiquiatría es mejor herramienta. Evitar tocar un objeto que previamente estuvo en contacto con otra persona es una forma de pensamiento mágico contaminante. Y reflexionar sobre si compartir un vaso, besarse o prestarse una prenda pueden ser causa de caer enfermo es la mejor solución a la paranoia de la pandemia de la gripe.

Parece pero no es

La confusión puede surgir cuando se asimila el higienismo con otros conceptos similares pero no por ello sinónimos. El primero de ellos por ser el más extendido es la asepsia: ausencia de sepsia (materia en putrefación o gérmenes). Este error de analogía este ambos términos es patente hasta en la segunda acepción de higiene en la RAE. Claramente uno de los procedimientos para la higienización son la desinfección y esterilización de instalaciones, objetos o cuerpos; pero recordamos que el fin del higienismo es la mejora de la calidad de vida, y precisamente una práctica obsesiva y desmedida es contraria ya que puede desembocar en un debilitamiento del sistema inmune y la causa del aumento de casos de enfermedades autoinmunes, esclerosis, asma, alergias, etc. Esto es conocido como la hipotesis del higiene.

Los síntomas psicológicos del hipocondriaco, un ensimismamiento en fantasear con el propio cuerpo, se aproximan, como ya señaló Lipovetsky, al principal desorden de personalidad actual, el narcisismo .

Salud y alegría, belleza cría

Otro campo que crea confusión, aunque a simple vista pueda parecer que están fuertemente ligados, es la estética, véase como en muchas revistas, belleza e higiene, aparecen juntos. Es común pensar en la relación análoga entre belleza y salud pero no es posible establecer una relación causal entre una y otra. Aunque pueden aparecer simultáneamente (en muchas ocasiones) como señala Lears, en su libro "Fables of abundance", el binomio esquizoide creado por el ocio hedonista y sacrificio por la salud, se hace presente en ejemplos como las "dietas sin esfuerzos".

Dándole la vuelta a la moneda podemos deducir algunas conclusiones: si la belleza es aquello que nos atrae, lo opuesto será lo que nos repele, el asco. Jonathan Haidt defiende que antes del descubrimiento de los gérmenes ya existía una noción "instintiva" de contagio. La repugnancia se basa en prejuicios o costumbres sobre las que no meditamos ni buscamos una explicación reflexiva, por tanto, los juicios intuitivos (morales o estéticos) quedan fuera de una higiene racional (y ética).

"In brief, the model says that moral judgments are like aesthetic judgments -- we make them quickly and intuitively. We know what is right and wrong in much the same way we know what is beautiful."


Higiene verde

El ecologismo (la preocupación por el mantenimiento de una calidad medioambiental) es otro candidato a confundirse con el higienismo. En sus orígenes la higiene pública estuvo dirigida por la corriente ambientalista para explicar tanto la influencia del clima, la vegetación como la distribución urbana sobre la salud de los ciudadanos, decisiva en los planes urbanísticos de las grandes urbes. En las últimas décadas ha saltado a la agenda, tanto de cumbres internacionales como de gobiernos locales, que como norma apelan al temor más que la responsabilidad.

El problema en este caso particular es aún más complicado porque si lo natural es lo más sano ¿Qué es Naturaleza? Aquí no se responderá a esa cuestión, pero si que invito a reflexionar sobre si lo natural no será (de nuevo) una manía por la pureza redentora de la que hacen gala toda la nueva gama de productos verdes.

¿Son los parques y zonas verdes un remanso de aire puro y ocio, o un nido de insectos y podredumbre e inseguridad? Es un planteamiento sesgado. Las soluciones verdes no son remedios definitivos ni genuinos por evocar románticamente lo primitivo o campestre, sino por su adecuación a la biocenosis, de la que somos parte, es decir, un ajuste responsable, constante y específico.

Libros:

"Biopolítica" de Heller & Feher

"Anatomia del asco" de Miller

"La era del vacio" de Lipovetski

"La rama dorada" de Frazer

"Disgust" de Haidt

"Fabels of abundance" de Lears

Lea más

  1. Moral hygiene

  2. ¿Quién vigila al vigilante?

  3. Biopoder


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