Cuenta, en el artesano, una historia que vale la pena reseñar ya que ejemplifica el trabajo del arquitecto ahora, y siempre. Y más ampliamente la de cualquier profesional.
Ludwig Wittgestein, el filósofo, y Adolf Loos, el arquitecto. Dos intelectuales vieneses que no sólo compartian una amistad y unas charlas de intelectulaes de café, sino una preocupacion por la vivienda. Si bien es cierto que Adolf jugaba con la ventaja de una formación teórica y practica en el campo de la arquitectura, Ludwig lo compensaba con un proyecto racionalista, rigurosamente perfeccionista, sencillo y puro (los fundamentos de todo edificio posible) y con una incontable financiación proveniente de su patrimonio familiar.
Siempre le reporchare a Loos aquel "paper" que supone los "papeles del divorcio" de la escultura y la arquitectura. Aunque sería injusto echarle la culpa a él (sólo), de hecho defiendo una revisión de Loos después de la orgía y el carnaval de la última década paradigma de la arquitectura-escultura, y que se hizo carne en Bilbao, Valencia, Santiago, ... pero sobretodo en Abu Dhabi. Mucho capital, mucho. Demasiado.
Ludwig Wittgestein, el filósofo, y Adolf Loos, el arquitecto. Dos intelectuales vieneses que no sólo compartian una amistad y unas charlas de intelectulaes de café, sino una preocupacion por la vivienda. Si bien es cierto que Adolf jugaba con la ventaja de una formación teórica y practica en el campo de la arquitectura, Ludwig lo compensaba con un proyecto racionalista, rigurosamente perfeccionista, sencillo y puro (los fundamentos de todo edificio posible) y con una incontable financiación proveniente de su patrimonio familiar.
"Las caracteristicas de pureza formal de la villa Moller son fruto del trabajo para subsanar los muchos errores y defectis semjantes, que Loos tuvo que aceptar como hechos consumados; la necesidad estimulo su sentido de la forma. Wittgestein que no conocía limitación financiera alguna, carecio de ese dialogo creativo entre la forma y el error.
Es posible que para lograr una forma perfecta haya que eliminar las huellas, borrar la evidencia del progreso del trabajo. Una vez desaparecida esta evidencia, la obra aparece inmaculada. (...) el objeto no ofrece señal alguna de la historia de su producción."
No hay comentarios:
Publicar un comentario