El tema de la veneración y la adoración de las imágenes religiosas está muy trillado en occidente, puede ser resumido en palabras de Tomás de Aquino:
"El culto a la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a las imagenes en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que ella es imagen."El monumento no solo es una materialización de la memoria (monere) de la idearia del parque sino también el vehículo a través del cual los ciudadanos proyectan sus fantasias de cómo puede ser el cielo donde no existe ni el sufrimiento ni la penuria. Esto nos muestra el doble vertiente de la escultura: tener un significado y atribuir un significado por parte del interprete.
Una trampa coitidiana es la fetichización y la antropologización: las medicinas curan, el coche corre mucho, el tiempo pasa... aun cuando estamos seguros que son sólo formas de hablar y que no creemos que estos objetos sean capaces de hacer, pero a veces olvidamos este detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario